Puerta abierta: Sin privacidad, Internet sabe de nosotros


Por Augusto Pomponio Hotton. 


Estamos perdiendo nuestra privacidad y nuestros derechos en Internet. Un espacio que se supone que es libre, nos pone una trampa para sacarnos datos personales. 

El comercio: así empezó todo


En los comienzos de la web, internet solo se usaba con fine académicos, educativos y científicos.
Pero en 1995 todo cambiaría. Ese año marcó un antes y un después: Se levantó la prohibición del uso comercial en la red.

Apareció algo nuevo: El comercio electrónico.

En el tercer capítulo de Revolución virtual cuenta que Pizza Hut, con el pryecto Pizzanet, fue la primera empresa en ofrecer un servicio digital para pedir comida en línea desde una interfaz clásica muy simple.

Esto le abrió las puertas a muchas corporaciones que descubrieron que en internet podían hacer mucho dinero.

Las primeras en aparecer fueron:
  1. Amazon: Fundada en 1995 por Jeff Bezos. Funcionaba como una librería online. Fue la primera en aceptar pagos online.
  2. Ebay: También fundada en 1995 por Pierre Omidyar bajo el nombreAuctionWeb. Esta funcionaba para compras y ventas de objetos mediante subastas.
  3. PayPal: En 1998 nació como Confinity, solo se enfocaba en transferencias de dinero seguras. Fue la primera herramienta popular para pagar y recibir dinero por internet.
  4. Alibaba: Fundada en 1999 en China por Jack Ma. Empezó como un portal para conectar empresas chinas con clientes internacionales. Fue clave dentro del e-commerce en Asia.

Así es como nació una nueva economía en la red, basada en el consumo, publicidad y venta de datos.

Lo barato sale caro : Dejamos nuestros datos de manera facil



"Lo barato sale caro" algo tan cierto como en internet.
Los servicios que aparecen cómo gratuitos nos esconden un costo invisible: nuestros datos personales.

Buscadores como Google, redes como Facebook o aplicaciones que usamos a diario tienen un modelo de negocio basado en recolectar y vender información personal.
Tal como dice en Revolucion Virtual, nosotros somos la mercancía.

El regalo de la red tiene un precio, pagamos con lo más valioso que tenemos: nuestra información.
Google, por ejemplo, registra miles de millones de búsquedas por día. Estos datos ayuda a purificar su sistema para ofrecernos publicidad cada vez más personalizada.

A veces lo notamos y nos incomoda.
¿Nunca dijiste o pensaste algo y, de repente, te apareció una publicidad sobre eso?
Un amigo me contó que, tras buscar o decir que quería comprarse un auto, empezó a ver anuncios de concesionarias y seguros, en gran cantidad.

Esto se llama Behavioral targeting, una técnica que permite a Facebook y Google vender publicidad personalizada según nuestros intereses y hábitos.

La filósofa Carissa Véliz docente de  ética en Oxford, denomina a estas empresas como "Buitres de los datos" porque recolectan, almacenan y comercializan información sin nuestro consentimiento.
Así, con un simple clic, perdemos privacidad.

"El producto online no es el contenido, el producto online somos nosotros."

Welcome to the Jungle : Una Jungla digital donde saben nuestros datos



Bienvenidos a la jungla digital. 
El subtítulo viene de la canción de los Guns N` Roses
Y aunque la letra no hable de internet, hay un fragmento que parece describirla.

Subtitulado:
Bienvenidos a la jungla , tenemos diversión y juegos
Tenemos todo lo que quieres, cariño, sabemos los nombres
Somos las personas que podemos encontrar todo lo que necesites

Internet representa a esta jungla, un espacio salvaje donde hay promesas, pero también peligros. En la red hay diversión y juegos, todo lo que buscamos. Lo que no sabemos es que en este espacio acecha el peligro: Un sistema que nos vigila, tiene control sobre nosotros y sabe nuestros datos.

Las plataformas nos ofrecen servicios gratuitos, pero el precio que pagamos son nuestros datos.
Ya nos conocen: tal como dice la letra "saben nuestros nombres", pero no solo eso, también: nuestros gustos, hábitos, consumos y opiniones.

Cada me gusta, búsqueda o publicación alimenta los algoritmos que perfeccionan la forma en la que las empresas influyen en nosotros.

En la jungla nada es anónimo.

El documental Revolución Virtual, nombra el caso de AOL, que hizo público las búsquedas de al menos seiscientas mil personas. Parecían estar de forma anónima, pero un periodista pudo encontrar a una de las victimas de ese filtrado, solo navegando y consultando guías. 

Conclusión: ¿Darle pelea a estas empresas?

A lo largo del texto vimos cómo las grandes corporaciones se alimentan de nuestros datos, crecen con nuestros hábitos y rastros digitales.
Sin embargo, Carissa Véliz se muestra optimista en su charla con Adn opinión: la privacidad no es un privilegio, es un derecho, y todavía podemos defenderlo.

Cuando usamos sus aplicaciones, estamos en su terreno, ¿pero si nosotros buscamos alternativas? Carissa habla de muchas. 
  • Antes de usar Google, busquemos en DuckDuckGo, un buscador seguro.
  • En vez de usar Gmail, usemos Proton mail.
  • En lugar de WhatsApp, usemos signal, que nos ofrece verdadera privacidad. 

Ella advierte que las compañias están en preocupacion por perder millones de usuarios.
La pregunta final es: Si estas empresas pierden millones de usuarios ¿Serán capaces de cambiar sus políticas de privacidad?. 



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