Concentración, Algoritmos y Vigilancia: El costo de estar siempre conectados


Por Augusto Pomponio Hotton.


El mundo de Internet, ese espacio que nos rodea cada día, se ha transformado en un terreno de control. ¿Gira todo en torno a las grandes corporaciones? ¿Nos espían? ¿Se violan nuestros derechos digitales?


Ya nos conocen. Por qué el "club de los cinco" sabe qué votamos y qué compramos.


Cuando navegamos por internet creemos estar en un espacio libre y abierto. Pero no.
Aunque cueste creerlo, el tráfico global está concentrado en un pequeño grupo de empresas: Alphabet (Google, Youtube, Gmail, Android), Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), Amazon, Apple y Microsoft.

Este grupo, conocido como "el club de los cinco", son los que manejan la mayor parte de la información del mundo.

Los dueños de internet por Natalia Zuazo afirma: "La vida de medio planeta está en manos del club de los cinco, un manojo de corporaciones que concentra tanto poder que gran parte de la economia, la sociedad y decisiones del futuro pasan por ellas". 

Ahora, ¿Como y  dónde concentran ese poder? 
Si le preguntamos a un mayor sobre Facebook, Amazon o Google, seguro nos dice "Yo no tengo nada de eso instalado".
La realidad es que estas empresas están en todos lados, aunque no nos demos cuenta.

  • Google domina las búsquedas, pero no solo es un buscador, también maneja Youtube, Gmail y  los dispositivos que tenemos en las manos (Android).
  • Meta, tiene a Facebook e instagram, pero no solo maneja redes sociales, tienen a WhatsApp, donde pasan millones de conversaciones al día.

  • Microsoft es el que está es nuestras computadoras con windows, servicios como Office y servicios de las nubes. 
  • Apple en sus dispositivos decide que aplicaciones entran o no es su sistema operativo Ios.

En definitiva, no estamos en un espacio libre, estamos en un terreno controlado por estas empresas que determinan: qué información circula y cómo nos comunicamos.


¿Somos perseguidos? 


Cada vez que estamos en internet dejamos huellas: Búsquedas, mensajes, fotos, likes.
Estos datos son oro para las compañias. Estas empresas no solo las recolectan, sino que las utilizan sin permiso para fines comerciales o políticos. 

En el documental Nada es privado afirma:
"Nuestro rastro digital alimenta la industria, nosotros somos la mercancia".

Un ejemplo es Facebook, en un artículo de la BBC se la acusa de haber compartido de manera inapropiada los datos de 87 millones de usuarios con la firma de consultoría política de Cambridge Analytica.
Por violar la privacidad de los usuarios, se gano una multa millonaria por parte de la unión europea.

El espionaje no termina ahí. Los estados también nos observan.
En el segundo capítulo de Revolución virtual producida por la BBC, nos explica sobre  internet: "Es una herramienta muy poderosa que tiene el estado para controlarnos, saber sobre nosotros". 

Fuera de la red podemos ser la mejor persona del mundo, pero dentro de ella somos tratados como sospechosos.

El caso de Edward Snowden nos confirma hechos.
Él filtró documentos de cómo el gobierno norteamericano recopila: llamadas, correos electrónicos y datos de millones de personas.

"No puedo en buena conciencia permitir que el gobierno de Estados Unidos destruya la privacidad, la libertad de Internet y las libertades básicas de la gente alrededor del mundo con esa masiva máquina de vigilancia que secretamente construyeron".

Y si hablamos de control, China es el ejemplo más extremo.
Su estado controla todas las plataformas locales como Weibo y aplica un sistema de crédito social que premia o castiga a sus ciudadanos según el comportamiento en línea. 

Las redes nos manipulan


Facebook, Instagram, Tik tok o Youtube no son espacios neutrales.
Sus algoritmos deciden qué vemos y qué no vamos a ver, según intereses comerciales o políticos.

Ese flujo constante de contenido, "feed", es el culpable. Está diseñado para mantenernos conectados y moldear nuestra mente.
Así se forma la burbuja de filtros: Cada usuario recibe solo la información que confirma lo que ya piensa, evitando debates de ideas diferentes.

El autor  Eli Pariser, en un ensayo "El filtro burbuja explica : Como la red decide lo que leemos y lo que pensamos". 

Un claro ejemplo: Ayer me apareció una publicación de Elon Musk, que decía que había comprado la casa de la ucraniana asesinada para que su familia no pague alquiler. 
Muchos lo creyeron, pero era una fake news. Solo circulaba en redes, sin respaldo de medios. 

¿El que posteo, queria cambiar nuestra mirada de Elon?
¿Será un bot pago, así como el ejército de los cincuenta céntimos en China?.

Este tipo de manipulación no solo busca cambiar la imagen de figuras públicas, sino también influir en elecciones.
Amnistía nos habla de cómo Facebook utilizó datos de ciertas personas que dudaban a quien votar.
En el documental Nada es privado revela cómo Cambridge Analytica segmentó a los usuarios con propagamda política personalizada: millones cieron anuncios de Trump, miestras que unos pocos los de Hillary Clinton.

Conclusiones 


Todo este recorrido demuestra que la libertad en internet es una ilusión.
Hoy estamos más vigilados que nunca. Los estados nos observan y las redes nos manipulan.

Nos conocen: Saben qué buscamos, qué opinamos, qué compramos y qué votamos.
Estamos en un terrenos diseñado para controlarnos.

  • ¿Vamos a seguir entregando nuestros datos sin pensar?
  • ¿Algún día los derechos digitales serán importantes como los derechos humanos?

Para cerrar, una reflexión de la mano invisible
"Debemos trabajar para revertir esta tendencia y garantizar que se devuelva el control a las personas que utilizan estas plataformas, y que sus derechos en línea se protejan y respeten".

Bibliografía: 

- Fundación telefónica.  (2017, 19 de junio). Eli Pariser: Fake news, los filtros burbuja y la batalla por la verda. 
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