Por Gabriela Regueira
El cerebro es plástico, como si estuviese cableado. Todos nuestros circuitos neuronales están sometidos a cambios. Ya sea que se ocupen de sentir, ver, oír, moverse, pensar, aprender, percibir o recordar. Nuestro cerebro se adapta a nuestro entorno.
La paradoja de la neuroplasticidad es que toda esa flexibilidad busca siempre repetir esos circuitos una vez que se recablean en nuestro cerebro. Nuestros hábitos, nuestro comportamiento, nuestra subjetividad se adapta a esa estimulación, a esa frecuencia.
"Los 'nativos digitales' son los primeros niños con un coeficiente intelectual más bajo que sus padres", afirmó el director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia, Michel Desmurget.
En el libro "La fábrica de cretinos digitales" el neurocientífico alerta que los dispositivos digitales están afectando gravemente al desarrollo neuronal de niños y jóvenes.
Cuando una tendencia se revierte, se prenden algunas luces.
El efecto Flynn, denominado así por el psicólogo estadounidense que lo hizo notar, es el fenómeno que observa que el coeficiente intelectual aumenta de generación en generación.
Si bien es multicausal todo aquello que puede repercutir en las capacidades intelectuales, es menester resaltar que en países que mantienen sus condiciones socioeconómicas la tendencia cambió.
Así lo denunciaba Nicholas Carr en su libro Superficiales ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?(2010): “La posibilidad de deterioro intelectual es inherente a la plasticidad de nuestro cerebro. Eso no significa que no podamos esforzarnos una vez más en redirigir nuestras señales neuronales para reconstruir las habilidades perdidas”.
Circulan infinidad de estímulos que nos imantan a la pantalla. Se generan en nosotros demandas que no teníamos. Tenemos temor a perdernos de algo (FOMO por sus sigla en inglés). Eso de revisar las redes todo el tiempo deviene luego en falta de concentración, irritabilidad e incluso baja autoestima.
El tablero de juego es nuestra cabeza. Nuestra capacidad cognitiva se ve cada vez más condicionada. Y todo en nombre de una libertad que convendría mirar con algo de esa capacidad que estamos perdiendo. ¡Recórcholis! En estos flashes, reels de casino visual, loops de dopamina, hay experiencias de usuario, intereses de lucro y dominio.
Con loop de dopamina se alude a cómo el diseño de la plataforma puede mantener a los usuarios enganchados por medio de la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa.
Al interactuar con videos, es decir faveos, reposteos, rehistorizaciones, comentarios, o solo permitiendo que corra, el algoritmo aprende lo que nos hace permanecer frente a la pantalla. Se crea así una suerte de bucle de retroalimentación en donde el placer de cada nuevo video lleva a los usuarios a seguir desplazándose, lo que genera más liberación de dopamina, manteniéndonos enganchados. Ven Lisa, únetenos.
"El club de los 5 surfea más rápido que las olas"
Hace 15 días, el presidente antiderechos, no el de estas latitudes sino el de Estados Unidos, se sentó a la mesa como si fuera Mirtha Legrand con una docena de megamillonarios. Allí estaban presentes Tim Cook (Apple), Mark Zuckerberg (Meta), Sundar Pichai (Alphabet), Sergey Brin (Google), Sam Altman (OpenAI), Satya Nadella y Bill Gates (Microsoft), Safra Catz (Oracle) y Lisa Su (AMD). Ese encuentro fue leído como un intento de blindar la economía estadounidense ante el avance tecnológico de China.
La inteligencia artificial fue el eje clave de la reunión. Donald Trump instó a los directivos de las Big Tech a acelerar la carrera de las IA con políticas de reducción de impuestos y menos regulaciones.
La juntada dejó esa perlita de Zuckerberg en la que se ríen de lo fake que inversión que anunció.
Recordemos que la matriz de Facebook, Meta, cambió su postura en temas de moderación de contenido y políticas de diversidad e inclusión. Otra vez en nombre de la libertad cambiaron las políticas de contenido. Ya no habrá tantos auditores automatrizados sino que se delegó a la comunidad global (?) esa tarea de vigilancia y moderación.
-Ojalá no sean usuarios ávidos de sangre de cancelar cualquier cosa que no confirme su sesgo. *Inserte emoji manitos en posición de rezo al Dios de su agrado*
-Ojalá no sea el fin de la metáfora. *Desinserte emoji. Mate a sus dioses*
Toda categoría es política
Las categorías, los géneros discursivos, las etiquetas, los tags, los rótulos. La teórica del arte Diana Taylor sostiene que el término performance "no puede referirse sólo a los términos que usualmente se utilizan como sus sinónimos: teatralidad, espectáculo, acción, representación". Encuentra como algo positivo el hecho de que sea intraducible pues representa un desafío. En esa impresión se nos recuerda que no nos percibimos de manera simple. Las cosas puede ser más simples, sí, probablemente hasta lo sean. Sin embargo, nos autopercibimos complejos. En otro orden de lo problemático, Netflix como actor cultural.
Recuerdo haber seguido de cerca la aparición de Anima en la plataforma Netflix. (Hey, antes eras chévere) Es un corto audiovisual de Paul Thomas Anderson (Cigarettes and Coffee, Across the Universe, Magnolia) protagonizado por Thom Yorke y Dajana Roncione. La fotografía es de Darius Khondji (Delicatessen, La cité des enfants perdus, Midnight in París) La coreografía es de Damien Jalet (Suspiria, Le passeur des lieux). La música es de Tom Yorke y Nigel Godrich, ambos colaboradores y compositores. Está compuesto por tres canciones del tercer álbum del proyecto paralelo a Radiohead: “Not The News”, “Traffic” y “Dawn Chorus”.
Los pasajeros de Anima van semidormidos ejecutando una coreografía muy Pina Bausch (Kontakthof, Café Müller, Le Sacre du printemps). Los movimientos son reiterativos, rápidos, pequeños, basados en el comportamiento automatizado de aquel que realiza tareas repetitivas. Se oyen sonidos que podrían haber sido sacados de distintos aparatos, por momentos parecen sonidos del sonar de un submarino, por momentos parecen pips contestador automático. Iteración, loop sonidos de notificaciones, ambiente de multitasking.
Este contenido figura como género “Películas experimentales”, “Dramas”, “Música y musicales” y ofrece como añadidura los calificativos de “surrealista” y “poco convencionales”. Netflix va modificando las categorías en base a información de usuarios basada en las interacciones que alimentan al algoritmo. Las primeras semanas estaba tagueado como “Cine de arte” o “videoclip”. Sería un poco grosero considerar Anima como un “videoclip largo". El etiquetado reduccionista constriñe y reescribe el sentido a su antojo ya sea para traer o alejar contenidos a los usuarios en función del vaivén de afán de lucro. Una ética cambiante en donde si no te gustan ciertos principios, se esgrimen otros.
La modernidad llegó como un “huracán” invocada bajo el concepto de progreso y convirtió el devenir de los hombres en piezas de una economía capitalista basada en la producción en masa y el trabajo alienante.
Los movimientos que realizan los pasajeros de Anima evocan expresiones de cansancio: ojos que se cierran, cabezas que se bambolean, cabezas que caen de golpe por su peso, manos que sostienen cabezas, esfuerzos por mantener el equilibrio.
Esta economía produce seres cansados mas no agotados. El agotamiento indica material descartable. Para la economía capitalista un sujeto agotado es un sujeto inútil, muerto.
Representaciones y Subproductos de la tecnología
Nicholas Carr elige los estudios de cartografía para explicar el proceso de complejización del sistema de representaciones. “Nuestra madurez intelectual como personas puede remontarse a la forma en que trazamos dibujos o mapas de nuestro entorno. Comenzamos con representaciones primitivas y literales del terreno que vemos a nuestro alrededor, y vamos avanzando hacia representaciones, cada vez más precisas y abstractas, del espacio geográfico y topográfico. Es decir, avanzamos de la representación de lo que vemos a la elaboración de lo que sabemos"
Literal, Realista, Abstracta así son las etapas de la maduración intelectual.
Si "Toda tecnología es expresión de la voluntad humana", si con las herramientas buscamos ampliar el poder y el control de nuestra circunstancia: tiempo, distancia, naturaleza, prójimo. En general, los inventores de las tecnologías no advierten la ética que contienen. Es un subproducto de la tecnología que incide en nuestra manera de vivir o sobrevivir.
¿Será entonces que siempre supimos viajar en el tiempo? La ciencia ficción de la historia ya nos pensó. Una red de redes que constriñe, atrapa, nos mantiene adictos, dóciles y zombies, cansados, consumiendo lo mismo que producimos y pagando por ello.
¿Se puede recablear? ¿La soberanía cognitiva es tan solo un sueño?
Por lo pronto, levantar la cabeza de la pantalla aunque sea por un rato ya es algo. ¿Será muy Old School?
Imágenes:
- Especial del Día del maestro de @Podeti99 en IG.
- Idioterne de Lars von Trier.
- Episodio El mago de la avenida Siempreviva The Simpsons.
- Anima de Paul Thomas Anderson
- Graffitti random estilo Banksy
- Dibujando manos de M.C.Escher.
Referencias:
- Carr, N. (2010) Superficiales ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? Taurus.
- Taylor, D. (2005). Hacia una definición de "performance". Picadero.
- Han, B. (2012). La sociedad del cansancio. Herder.
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