Por Fabián Colman
La aparición de las redes sociales cambio completamente la forma de comprender las comunicaciones personales. Ya que si bien aun hoy, sigue primando el contacto cara a cara, la instantaneidad que brindan las llamadas vía Skype, los mensajes en Facebook, que no solo permiten la comunicación, sino que con su gran motor de búsqueda puede relacionar personas que no tenían contacto por mucho tiempo y mayormente las conexiones en tiempo real que permite Twitter, por citar los casos de redes sociales mas resonantes de los últimos tiempos, han abierto la Caja de Pandora respecto de las múltiples posibilidades que ofrecen estos servicios vía Internet.
Hacia fines de los 90, fuimos testigo del nacimiento de numerosas empresas que no tienen como objetivo o misión la producción de bienes tangibles, como se acostumbro hasta la década de los 70 y los 80 inclusive. La aparición de empresas que no cuentan con una sede, una fabrica o un centro de operaciones y que brindan servicios en la Web fue el rasgo distintivo de las empresas punto com, que en la década pasada protagonizaron una enorme burbuja que al reventar se llevo consigo a miles de estas pequeñas y a otras mucho mas grandes.
Pero ¿Qué es una burbuja? Para ser simples diremos que es una sobrevaloración de las acciones de una empresa determinada que produce que otras que operan en el mismo mercado y que se dedica a prestar servicios para los mismos clientes revalorice sus acciones. Cuando estas cotizan en la bolsa de valores lo hacen vendiendo sus acciones a un precio mucho mayor que las que realmente valen. Esto, produce que muchas otras empresas sigan “inflando” sus precios, hasta que alguno toma conciencia de esta “ficción” y se retira de la pulseada bursátil, vende sus acciones a cualquier precio y provoca un efecto domino en las demás empresas. Esto provoca enormes pérdidas en empresas de gran tamaño, pero en las pequeñas, causa su inmediata quiebra.
Actualmente, se podría decir que se están dando la condiciones ideales para la formación de burbujas en medios sociales. Por citar casos, el de Facebook es el mas emblemático, ya que fue valuada en 100 mil millones de dólares, cuando no produce mas de 2500 al año en publicidad. Al mismo tiempo que Twitter fue valuada en 10 mil millones de dólares y aun no consolido una plataforma para la elaboración de negocios.
Esto no significa que estas empresas no “valen” estas sumas, sino que al día de hoy no producen ni desarrollan negocios en que maneje tamaña cantidad de dólares. Todo lo que vale es, a partir de su potencialidad en el futuro, no hoy.
Este dato es mas que importante, ya que todavía se cuenta con la oportunidad de no basar todo un ciclo de negocios teniendo a los medios sociales como columna vertebral, sino que se deberían contar con esquemas de negocios sólidos y que los medios sociales sean parte de estos esquemas, pero no la base de los mismos.
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Periodismo Digital, Guillermo Lopez. UNQ
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