Tu Vida en Línea: Mentes en Formación en la Era Digital

Imaginá por un momento la siguiente escena, un niño de tres años desliza el dedo por la pantalla con facilidad. A los ocho, se enfada si el video en su tablet tarda dos segundos en cargar. A los doce, no pregunta “por qué”, escribe su duda en un chat con IA. Nunca antes en la historia habíamos visto una infancia tan impregnada por tecnología, algoritmos y estímulos inmediatos. Y mientras pareciera que estamos dando a los niños “poder tecnológico”, lo real es que estamos cambiando la forma en que sus mentes se desarrollan. 


Cómo se desarrolla la mente… entre tanto estímulo

Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los hogares 2020.

El cerebro infantil se forja en la acción. Explorar, equivocarse, imaginar, hablar, jugar. Hoy, gran parte de ese proceso sucede frente a dispositivos que, lejos de ser neutros, predicen, adaptan y moldean lo que el niño ve y hace. Según un informe reciente de UNICEF, más del 80 % de los niños entre 3 y 17 años usa internet de forma regular. Además, estudios muestran que los niños de 8 a 12 años pueden llegar a pasar cerca de 5 horas diarias frente a pantallas, fuera del tiempo escolar formal. 
El problema no es únicamente la cantidad de tiempo, sino la clase de interacción, pantallas que entregan estímulos rápidos, recompensas instantáneas, casi sin pausa. Y un cerebro en construcción que necesita justamente lo contrario, pausa, error, espera. 

Aburrirse no es perder el tiempo… es prepararse para pensar

Hace décadas, los niños se aburrían. Y ese aburrimiento no era problema, era nuestra gran oportunidad. Inventaban juegos, exploraban la calle, esperaban, se equivocaban y volvían a intentar. De esos vacíos nacieron muchas de las grandes ideas. Hoy, el “silencio” es llenado al instante. Cada vez que un niño abre la pantalla, desaparece la espera, el error, la duda. Y sin eso… ¿dónde nace la imaginación? La creatividad necesita espacio para ser incómoda. Necesita tiempo para que el cerebro se pregunte "¿y si…? ¿por qué no…?" Sin esos momentos, crece la eficacia, pero no siempre el pensamiento. 


Efecto Flynn, Dunning‑Kruger y la mente delegada

Durante buena parte del siglo XX vimos que el coeficiente intelectual (CI) promedio de los niños subía generación tras generación, ese fenómeno se conoce como el Efecto Flynn. Pero recientemente, varios estudios describen un cambio, los puntajes se estancan o incluso bajan. Un ejemplo: un análisis en EE.UU. halló que entre 2006 y 2018, en tres de cuatro dominios cognitivos se registró descenso.  ¿Por qué? No porque los niños sean menos capaces. Sino porque delegan. Memoria externa, respuestas automáticas, busquedas en Google u otros motores, sumado a eso la IA al alcance de dedos… y poco entrenamiento real del pensamiento profundo.
Y aquí aparece otro fenómeno, el Efecto Dunning‑Kruger, según el cual cuando tenemos poco conocimiento, tendemos a sobrestimar lo que sabemos. Un niño que obtiene respuestas automáticas puede creer que entiende, pero aun no ha desarrollado la chispa del pensamiento crítico. Pero.... ¿Lo hara?

La otra cara de la tecnología que callamos

La inteligencia artificial se presenta como mágica, respuestas rápidas, conocimiento instantáneo, atajos de todo tipo. Pero debajo de la apariencia, hay miles de personas trabajando en condiciones precarias para que esos sistemas funcionen. Países como Kenia, Filipinas, Venezuela y Argentina albergan a trabajadores que etiquetan, moderan, filtran contenido, por sueldos mínimos. Medios lo han llamado “explotación digital” o “servidumbre moderna”. Cuando los niños construyen su relación con la tecnología creyendo que todo es instantáneo, perfecto y gratis… aprenden un modelo de conocimiento externo, no un modelo de pensamiento propio.

Riesgos y oportunidades de educar con IA

No se trata de prohibir la tecnología, se trata de enseñarla. La IA puede ser un aliado si se usa como herramienta, no como sustituto del pensamiento. Fomentar preguntas antes de buscar respuestas, permitir que los niños resuelvan problemas solos y dedicar tiempo a explorar ideas sin ayuda digital son estrategias que equilibran el aprendizaje con la curiosidad natural.

Criterio, ética y sensibilidad: habilidades para el futuro

La misión no es apagar pantallas, sino encender mentes. Criar no es proteger del mundo, es preparar para él. Para un futuro donde la inteligencia no sea solo acumulación de información, sino capacidad de reflexión, creatividad, ética y sensibilidad. La tecnología será poderosa, pero la imaginación y la capacidad de cuestionar siguen siendo humanas y revolucionarias.

Si te interesa profundizar, conocer aun mas y escuchar una entrevista exclusiva con una IA, te invito a seguirnos en Spotify en Tu Vida en Línea. Allí exploramos cómo acompañar a los chicos en un mundo donde pensar y sentir sigue siendo nuestra capacidad y distincion más grande como seres humanos.  

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