La realidad digerida: algoritmos y sesgos de confirmación

 Como los algoritmos filtran nuestra realidad

Cuando pienso en cómo usamos internet hoy, nos damos cuenta de que no solo producimos y consumimos información, sino que también convivimos con sistemas que deciden por nosotros el qué mostrar y qué esconder. Los algoritmos de Google, Instagram o TikTok ya no son una simple herramienta técnica, sino que funcionan como mediadores culturales. En definitiva, ellos filtran la realidad que habitamos.



Burbujas de filtro irreales

Un artículo de Wired destaca cómo los algoritmos crean "burbujas de filtro", rodeandonos de entornos informativos que refuerzan nuestras creencias y limitan la exposición a perspectivas diversas. Esto causa que muchas veces creamos que lo que estamos leyendo dentro de las redes, o del internet, sea completamente cierto, cerrando nuestro panorama, complaciendo nuestra necesidad de siempre estar en lo correcto.

Un estudio de Facebook publicado en Science revela que los usuarios tienen un impacto significativo en el tono político de su News Feed, diciéndonos a quién seguir y qué contenido consumir. Aunque los algoritmos también juegan un papel, los usuarios “curan” su propio contenido sesgado y limitado. Esto no solo genera comodidad, sino que nos deja vulnerables, ya que estamos viendo solo lo que queremos ver, y eso afecta nuestra manera de pensar, debatir y relacionarnos con otros.

Opinion: ¿Aceptamos los filtros o los discutimos?

Lo que más me preocupa de los algoritmos no es que nos ayuden a encontrar información, sino que lo hacen según reglas que casi nunca vemos y que muchas veces son arbitrarias. Siento que aceptamos demasiado rápido que el “orden” que nos muestran las plataformas es neutral, cuando en realidad refleja decisiones de diseño, intereses comerciales y, a veces, prejuicios que ni notamos. Que ciertos temas aparezcan todo el tiempo en nuestro feed mientras otros directamente desaparecen no es casualidad; es el resultado de fórmulas que buscan atención y clics más que verdad o diversidad. Para mí, esto genera un riesgo cultural, mientras terminamos normalizando ciertos discursos y dejando afuera otros sin darnos cuenta.

En resumen, los algoritmos no son neutrales; son actores políticos y culturales que median la forma en que vemos el mundo. Entenderlos críticamente, apoyándonos en investigaciones y artículos accesibles, es el primer paso para decidir si aceptamos las jerarquías que nos imponen o si buscamos alternativas más transparentes e inclusivas.


Compartir:  

0 comentarios:

Publicar un comentario