Por: Maria Alejandra Londoño Rodríguez
Tango, teatro y cine son algunas de las cosas con las que la gente asocia a Buenos Aires. Sin embargo existe otro atractivo que va más allá de la realidad; Mafalda. Esta pequeña niña con su cabello negro y aversión por la sopa, ha sido una de las caricaturas más conocidas en todo el mundo y hace parte de la imagen Argentina en el exterior. Pero su grandeza se queda en el papel.
Quienes visitan la capital Argentina tienen la expectativa
de encontrar cualquier tipo de representación física de la famosa caricatura de
Quino, pero se queda en la mera ilusión.
Alrededor de esta “pequeña” no hay mucho que ver. En el 2005 se inauguró la Plaza Mafalda como el primer
sitio turístico infantil, y a la fecha los murales están grafiteados y los carteles despegados y dañados en los
extremos.
El verdadero homenaje a esta niña de casi 50 años de
existencia se queda en las reflexiones alrededor de sus “inocentes comentarios”
que se hacen en las ferias o eventos literarios.
De 5 de septiembre de 2012 |
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