Lo que vemos y no vemos de las potencias audiovisuales

Netflix, Instagram y Youtube se convirtieron hace tiempo en potencias audiovisuales en todo el mundo. Éstas se crearon en Estados Unidos y rápidamente tomaron gran popularidad.
Netflix es una empresa de entretenimiento cuyo servicio principal es la distribución de contenidos audiovisuales a través de una plataforma en línea o servicio de VOD por streaming paga. Hoy en día le compite de igual a igual a productoras de cine y televisión de primer nivel y crea material con actores y directores prestigiosos y de larga trayectoria. Marcó un antes y un después en el mundo de las películas, series y documentales, y sus clientes tienen un amplio menú para elegir qué ver y cuando quieran.

Sin embargo la mayoría de los usuarios de Netflix no saben que esta empresa los analiza al máximo para saber sus gustos y preferencias, y así mostrarles lo que “tendrían que ver si vieron tal película o tal serie” pero también, puede ocultarles otras.
Instagram es una red social y aplicación que sirve para compartir fotos y vídeos. En Argentina es la más utilizada, sobre todo por los jóvenes y adolescentes. Facebook compró esta aplicación en 2012, dos años después de su creación, y a partir de ahí, entró en sus reglas y manejos.
Además de ver fotos y vídeos de usuarios que uno sigue, se ven infinitas publicidades que uno no puede evitar y que están implícitamente dirigidas y armadas para cada uno.
Instagram puede afectar a nuestra autoestima, haciéndonos creer que todo lo que vemos en la red social es real, cuando no es así.


Los filtros ayudan a mejorar imperfecciones del cuerpo o la cara, y así subir fotos o vídeos que no muestran la realidad tal cual es. Se incita a subir lo que la sociedad marca como bien visto o aceptado.
Youtube pertenece a Google y es el sitio web de vídeos más visitado en el mundo. Se puede encontrar infinidad de cosas, ya que la persona que tenga una cuenta puede subir lo que quiera, siempre y cuando no sea vetado por la empresa.
Como en Netflix, se estudia al usuario en base a sus preferencias y a sus “vistas” y se le aconsejan videos. También la publicidad es protagonista y no se puede evitar. Al igual que en Instagram, están estudiadas para cada usuario.


Por otro lado, los contenidos multimedia digitales de estas aplicaciones, tales como las imágenes, los vídeos , los archivos de audio y los servicios de streaming, por ejemplo, se identificaron como portadores ideales para ocultar mensajes secretos que pudiesen pasar inadvertidos a los ojos de curiosos. Esto fue estudiado y comprobado como cuando en Berlín un sospechoso de pertenecer a la banda terrorista Al Qaeda fue detenido por las autoridades alemanas en 2011.
Esto quiere decir que hay que ser cuidadosos y concsientes que lo que usamos y consumimos en la comunicación digital tiene sus pro y contras. Hay que saber que no todo es lo que parece y que todo tiene un por qué.

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