Por: Hafit Guerra
Una epoca de Oro:
Cuando se terminaban los ochenta y comenzaban los noventas, se iniciaba una época esplendorosa para el balón pie cafetero, un ambiente futbolero completamente favorable vivia el Colombiano. En una época en donde una cabellera amarilla frondosa y rizada era sinónimo de calidad, respeto y liderazgo, se imponía un fútbol bien jugado, pelota al pie y al piso, con paciencia y elegancia se consiguió una identidad que era reconocida en el Planeta Fútbol y fue vista durante tres mundiales consecutivos, Italia 90, EE.UU 94 Y Francia 98.
Fin de una era:
Para el 2001 se celebraba la Copa América en Colombia, con ella nace una nueva generación en el selecciónado, con jugadores que generaban gran espectativa en sus clubes y marcaban la diferencia en distintas ligas del mundo. La selección cumplio y logro conseguir la Caopa América en su propia tierra.
Una selección Colombia que alguna ves fue la favorita para quedarse con la copa del Mundo, y con el paso del tiempo paso a ser una selección sin identidad.
Expectativa y fe:
Hoy, una década después del título obtenido en la copa América disputada en Colombia, nuestros jugadores hacen que se genere una expectativa positiva pero a la vez prudente. El presente de cada embajador colombiano al servicio de la selección forja una ilusión que va más allá del amor por el amarillo, azul y rojo que se traduce en las actuaciones que tienen domingo a domingo en sus clubes.
Esperemos que nuestra selección haga un flashback de cara al futuro, que podamos ver de nuevo ese fútbol bien jugado, donde haya una identidad de juego, donde la afición colombiana conozca de memoria la alineación de la selección y donde los resultados sean positivos. Que no nos quedemos más a mitad de camino y viendo mundiales en casa.
De la mano de un entrenador experimentado, con jugadores jóvenes pero con experiencia, se puede hacer una buena presentación en está copa américa de Argentina y en las proximas eliminatorias.
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