En esta primera emisión vamos a recorrer la vida de John William Cooke, el artifice, el creador del peronismo de izquierda.
En este recorrido vamos a transitar juntos diversos momentos donde vamos a poder responder algunas preguntas como, qué le vio Perón para nombrarlo su representante ante el mundo, o por qué luego le quitó esa representación.
No te lo pierdas, semana a semana vamos a conocer la vida de cada personalidad argentina.
No pierdas mas tiempo, acá lo tenés
Pero para que no te quedes sin info complementaria te dejo un breve resumen de su breve pero apasionante vida.
John William Cooke nació en La Plata, el 14 de noviembre de 1920 y falleció en Buenos Aires, el 19 de septiembre de 1968. Fue una de las figuras más destacadas de la izquierda peronista. Cooke militaría ya durante sus años universitarios, mientras estudiaba Derecho en la Universidad Nacional de La Plata, formando parte de la Unión Universitaria Intransigente.
Primer hijo de Juan Isaac Cooke, de familia de origen irlandés, abogado y dirigente del radicalismo bonaerense y de María Elvira Lenci, argentina, de familia uruguaya. Su padre fue funcionario del Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires durante la década de 1920, por lo que John tuvo contacto con los debates políticos desde su infancia.
Se recibió de abogado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata.
Cooke percibe inicialmente el golpe militar de junio de 1943 como otro cuartelazo, pero su actitud cambia cuando el Cnel. Juan D. Perón asciende posiciones en el nuevo régimen. Su padre es designado Ministro de Relaciones Exteriores desde agosto de 1945 a junio de 1946, siendo central en la batalla diplomática y política contra el embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden. Cooke es su asesor más cercano y firme partidario de resistir las presiones de los Estados Unidos. Se estaba recibiendo de abogado cuando se produce la detención de Perón en la Isla Martín García en 1945, y algunos testimonios indican que habría anticipado la movilización popular del 17 de octubre de 1945.
En el Congreso fue Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, de la Comisión Redactora del Código Aeronáutico y también de la Comisión de Protección de los Derechos Intelectuales.
Durante el segundo gobierno peronista, Eva Perón le ofrece el puesto de editor en el diario Democracia pero él rechaza la propuesta, temiendo que pudiera coartar su independencia política. Se desempeña como profesor de Economía Política en una cátedra en la Universidad de Buenos Aires, e impulsa su propia publicación, De Frente (Buenos Aires, 1954-1956), que se proponía desde su tapa como un “testigo insobornable de la realidad mundial”. En sus páginas critica a los sectores burocráticos del sindicalismo y a algunas medidas del gobierno, como la firma del contrato con la empresa Standard Oil de California, transformándose en una figura destacada de la línea más radical dentro del peronismo. Es la primera persona a la cual Perón convoca después de los bombardeos aéreos del 16 de junio de 1955, ofreciéndole un puesto como Secretario de Asuntos Técnicos. Cooke lo rechaza sosteniendo que “no es tiempo de la técnica sino de la política”, y es nombrado interventor del Partido Peronista en la Capital Federal, encontrándose con una estructura corrupta y burocrática.
Luego de 1955, cuando Juan Domingo Perón debió vivir en el exilio a causa de la Revolución Libertadora, designó a Cooke como su representante en la Argentina. Fue el principal líder de la resistencia peronista entre 1955 y 1959.
En el ámbito universitario fue docente de Economía Política en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires entre 1946 y 1955.
Pero, a mediados de octubre de 1955, cae detenido y lo conducen a la Penitenciaría de la calle, Las Heras, luego lo trasladan a Ushuaia y de ahí a Caseros y nuevamente a Ushuaia, Las Heras y Caseros. Su último destino fue la cárcel de Río Gallegos, donde el 17 de marzo de 1957, junto con Jorge Antonio, Héctor J. Cámpora, Guillermo Patricio Kelly y otros compañeros, logran fugar a Chile.
Su radicalización lo lleva a plantear sus diferencias con Perón en una serie de cartas a principios de los años ´60, la mayor parte de las cuales queda sin respuesta. Sin embargo, nunca cuestiona el liderazgo de Perón en el movimiento, y las repetidas apelaciones al líder para que apoyara un proceso revolucionario, y para que se mudara de la España de Francisco Franco a la Cuba de Fidel Castro parecen indicar que Cooke nunca abandonó la esperanza de que sostuviera esa causa. Cooke puede regresar a la Argentina recién después del levantamiento del estado de sitio, en octubre de 1963.
En 1965, publicó Apuntes para la militancia, incursionando en la historia para dar orientación a las bases juveniles del movimiento. Hacia fines de ese año, en su correspondencia con el General Perón expresaba su posición sobre que peronismo debía desembarazarse de sus sectores burgueses, eclesiásticos y militares y convertirse en un claro programa revolucionario.
En 1966, con motivo del golpe militar que derrocó al Presidente Arturo Illia, Cooke escribió su “Informe a las bases”, uno de sus documentos políticos más importantes.
En sus últimos años viajó periódicamente a La Habana. A fines de 1967, publicó La revolución y el peronismo, ya tomado por el cáncer. Murió en el Hospital de Clínicas, en la ciudad de Buenos Aires, el 19 de septiembre de 1968.
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