Hace 4 meses el gobierno de Estados Unidos sumó a su extensa lista de controles una nueva regulación que afectará a los extranjeros que deseen adquirir la visa de acceso al país. Así, quien aplique para obtenerla, deberá brindar información sobre sus principales redes sociales: Facebook, Flickr, Google+, Instragram, Linkedin, MySpace y Twitter, entre otras. Sin embargo, no es la única medida que anunciaron: los solicitantes deberán también proporcionar direcciones de correo electrónico y números de teléfono que hayan utilizado en los últimos cinco años.
En este sentido, el Departamento de Estado de los Estados Unidos se pronunció y sostuvo que los nuevos requisitos están destinados a reforzar la seguridad nacional. De hecho, un funcionario del departamento confesó al portal de noticias The Hill que la medida fue tomada porque las redes sociales fueron en el último tiempo escenario de promoción de actividades terroristas. Añadió, por lo tanto, que la disposición “impedirá que terroristas o personas que sean un riesgo para la seguridad pública ganen beneficios migratorios y toquen suelo estadounidense”.
La medida, que afectara a casi 15 millones de personas al año, fue resistida por varias organizaciones que defienden la privacidad de los usuarios y su derecho a la libertad de expresión. “Infringirá los derechos de los inmigrantes y los ciudadanos de EE. UU al intimidar la libertad de expresión. La gente ahora tendrá que preguntarse si lo que dicen en línea será malinterpretado o mal entendido por un funcionario del gobierno”, afirmó un representante de la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU).
Así, en nombre de la seguridad y el cuidado de sus habitantes, el gobierno estadounidense ha dispuesto que el contenido publicado en redes sociales pueda afectar nuestras posibilidades de migración. La norma, fácilmente criticable por coartar la privacidad y la libertad de expresión de los sujetos, ni siquiera es transparente: los usuarios no tienen conocimiento de qué tipo de contenido podría afectarlos en este proceso, o de qué forma son catalogados por el gobierno al revisar sus plataformas.
Lo cierto es que, aun cuando se habla de honrar el dialogo y los valores democráticos, se endurecen cada vez más las condiciones para que los individuos extranjeros tengan reales condiciones de acceso. Para hacerlo, implementan fuertes medidas de control social sobre la población que, si fueran impulsadas por otras instituciones, serían inconcebibles. Una vez más, las principales plataformas de Internet se encuentran en el centro de la discusión por funcionar como insumo para la creación de perfiles de usuarios y generar herramientas de vigilancia más eficaces.
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