la plataforma oculta de productos y servicios ilegales a tan solo un click.
El mercado global en el que se está convirtiendo Internet también incluye infinidad de productos y servicios ilícitos (armas, drogas, dinero falsificado, hackers, etc.), y la mayoría podemos hallarlos en la Deep Web o Internet profunda, el reverso tenebroso de la red.
Según un estudio publicado en Nature, cuando hacemos una búsqueda en Google, solo vemos el 0,03 % (1 de cada 3.000 páginas) de la información que existe realmente.
Aunque no debemos asociar la Deep Web solo con la clandestinidad y el delito, en sus diversas capas de seguridad y ocultaciones es donde ha empezado a florecer el mayor mercado negro del mundo. Para localizar estas páginas no se teclea www seguido de la dirección en la barra del navegador, sino que se emplea el programa The Onion Router (Tor), que está disponible para multitud de plataformas, incluidas las tres principales de escritorio –Windows, OS X y Linux–.
imagen de navegador tor.
Estos mercados se ocultan en servidores alojados en diversos países simultáneamente, y los pagos no se realizan con dinero real, sino a través del bitcoin, un tipo de moneda electrónica que permite un alto grado de privacidad y que resulta muy difícil de rastrear.
Uno de los productos ilegales estrella son las drogas. Silk Road, lanzado en febrero de 2011, ha sido conocido como uno de los mercados negros online mejor surtidos en lo que a estupefacientes se refiere. El fundador fue un científico llamado Ross Ulbricht. Perseguido por el FBI y la DEA, poco a poco se fue convirtiendo en el mayor proveedor de contrabando de la historia: según un estudio de la revista Addiction, publicado en 2014, aproximadamente el 18 % de los consumidores de drogas de Estados Unidos habían comprado narcóticos aquí.
Silk Road llegó a ofrecer más de 13.000 sustancias diferentes, como cocaína, heroína, marihuana, crack, morfina, esteroides, LSD y metanfetaminas. Y hacía descuentos si se encargaban grandes cantidades. Hasta que, en 2013, el FBI logró localizar sus servidores y la clausuró. No tardó demasiado en aparecer Silk Road 2.0 y la historia volvió a repetirse: el FBI lo clausuró en noviembre de 2014. Pero estos mercados clandestinos en línea son como las hidras: si cortas una cabeza, no tardarán en aparecer muchas más que intentarán emular a la original.
También se pueden conseguir armas en la Deep Web. Sin la necesidad de obtener permisos especiales ni la previa comprobación de sus antecedentes penales, un usuario de Black Market Reloaded o The Armory puede hacerse con casi cualquier arma que desee, desde una simple pistola Beretta hasta fusiles Kalashnikov AK-47, pasando por explosivo plástico C-4. Con todo, los espráis de defensa personal y las navajas son los artículos más vendidos en esta categoría. El mayor escollo de esta clase de envíos consiste en superar los controles fronterizos.
Si bien en la internet profunda es habitual usar el bitcóin para adquirir bienes y servicios, el dinero real también es muy codiciado en los mercados clandestinos online. Cualquier divisa falsificada puede adquirirse a través de Guttemberg Print o WHMX Counterfeit, entre otros. Los billetes falsos ofrecen una calidad nada desdeñable, pero lo mejor es el precio: un dólar se puede comprar por veinticuatro centavos.
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