En este tiempo en el que tenemos una cámara en nuestro bolsillo, las imágenes se producen digitalmente de a miles y circulan por medios sociales como Instagram, te enseñamos a sacarle el mayor provecho a tu cámara. ¡No importa cuál tengas!
¿Qué necesitamos para arrancar?
Lo primero que necesitamos es un dispositivo móvil con una app instalada que nos permita controlar los ajustes de la cámara individualmente. Así vamos a poder exponer manualmente a nuestro gusto antes de realizar la fotografía.En este caso recomendamos dos que son gratuitas para android: Open Camera y la versión lite de Camera FV-5. Los usuarios de iOS tienen algunas opciones que son de pago pero que valen la pena como ProShot.
Una vez descargada e instalada alguna de esas apps, ya estamos en condiciones de empezar a controlar y mejorar nuestras fotos.
Lo que tenemos que comprender es lo que se llama "El triángulo de exposición". En este se relacionan tres aspectos claves que van a definir cómo se va a ver nuestra imagen.
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El triángulo de exposición
Velocidad de obturación
El primero de esos aspectos es la velocidad de obturación (o shutter speed) y controla cuánto tiempo el
sensor de nuestra cámara está expuesto a la luz. La unidad de medida es el segundo y puede
ir desde, por ejemplo, 1/8 de segundo hasta 1/2000 de segundo dependiendo del dispositivo.
Este parámetro además maneja un componente artístico que es el desenfoque
de movimiento (o motion blur). Esto significa que influye en la forma en que
se capturan las imágenes. Por ejemplo: una velocidad de obturación lenta nos
permite captar las luces de los autos mientras pasan por la calle y dejar que
esas luces sean más cortas o más largas dependiendo del tiempo que expongamos
el sensor a la luz.
Es importante aclarar que en este caso es necesario inmovilizar el dispositivo de alguna forma. Cualquier movimiento durante el tiempo de exposición va a arruinar nuestra foto. Para evitar esto nos va a servir tanto un trípode o un gorillapod así también como simplemente apoyar el dispositivo contra una superficie que lo mantenga firme en la posición deseada.
Es importante aclarar que en este caso es necesario inmovilizar el dispositivo de alguna forma. Cualquier movimiento durante el tiempo de exposición va a arruinar nuestra foto. Para evitar esto nos va a servir tanto un trípode o un gorillapod así también como simplemente apoyar el dispositivo contra una superficie que lo mantenga firme en la posición deseada.
Por otro lado, si utilizamos una velocidad de obturación rápida, vamos a
poder congelar acciones o situaciones. Esto es muy común cuando
queremos capturar nítidamente a nuestro sujeto mientras se mueve.
Abertura de diafragma
El segundo concepto es la abertura de diafragma (o aperture) que controla
la cantidad de luz que llega al sensor de nuestra cámara. Esta se mide en f stops
que, dependiendo del lente, puede ir de f/1.4 a f/16 por ejemplo. Cuanto menor
es el número f, más abierto el diafragma y, por lo tanto, más luz llega al
sensor. En caso contrario, cuando el número f es mayor, más cerrado está el
diafragma y menos luz llega al sensor.
Una imagen sirve mejor para ilustrar cómo funciona este ajuste:
En el caso de la fotografía móvil, los dispositivos cuentan con una abertura de diafragma fija, es decir, ese número f se mantiene constante.
Al igual que la velocidad de obturación, la abertura de diafragma controla un componente artístico que es la profundidad de campo (o depth of field). En pocas palabras, esto se refiere a la cantidad de zonas que van a estar en foco en la imagen. Si bien los factores que afectan a la profundidad de campo son muchos y variados, la abertura de diafragma es una variable de peso.
En nuestro caso, ya que el número f no varía y tampoco la distancia focal (a menos que tengamos un dispositivo con zoom óptico), vamos a tener que jugar un poco limitados con la profundidad de campo alterando los demás factores que influyen en ella. Estos son, por un lado, la distancia entre la cámara (dispositivo móvil) y el sujeto u objeto y, por el otro, la distancia entre el sujeto u objeto y el fondo.
Cuanto menor sea la distancia entre la cámara y el sujeto, y mayor sea la distancia entre el sujeto y el fondo, obtendremos una menor profundidad de campo. Es decir, vamos a tener un fondo más desenfocado.
En el caso contrario, cuanto mayor sea la distancia entre la cámara y el sujeto, y menor sea la distancia entre el sujeto y el fondo, obtendremos una mayor profundidad de campo. Es decir, vamos a tener un cantidad mayor de zonas enfocadas en nuestra foto.
Al igual que la velocidad de obturación, la abertura de diafragma controla un componente artístico que es la profundidad de campo (o depth of field). En pocas palabras, esto se refiere a la cantidad de zonas que van a estar en foco en la imagen. Si bien los factores que afectan a la profundidad de campo son muchos y variados, la abertura de diafragma es una variable de peso.
En nuestro caso, ya que el número f no varía y tampoco la distancia focal (a menos que tengamos un dispositivo con zoom óptico), vamos a tener que jugar un poco limitados con la profundidad de campo alterando los demás factores que influyen en ella. Estos son, por un lado, la distancia entre la cámara (dispositivo móvil) y el sujeto u objeto y, por el otro, la distancia entre el sujeto u objeto y el fondo.
Cuanto menor sea la distancia entre la cámara y el sujeto, y mayor sea la distancia entre el sujeto y el fondo, obtendremos una menor profundidad de campo. Es decir, vamos a tener un fondo más desenfocado.
En el caso contrario, cuanto mayor sea la distancia entre la cámara y el sujeto, y menor sea la distancia entre el sujeto y el fondo, obtendremos una mayor profundidad de campo. Es decir, vamos a tener un cantidad mayor de zonas enfocadas en nuestra foto.
¿Para qué queremos menor o mayor profundidad de campo?
Cuando el diafragma está muy abierto (un número f pequeño) la cantidad de zonas en foco se reduce. Esto es utilizado para aislar al sujeto, por ejemplo en retratos u otros tipos de fotografía, y así separarlo del fondo para centrar la atención sobre él.
Cuando el diafragma está muy abierto (un número f pequeño) la cantidad de zonas en foco se reduce. Esto es utilizado para aislar al sujeto, por ejemplo en retratos u otros tipos de fotografía, y así separarlo del fondo para centrar la atención sobre él.
Cuando el diafragma está más cerrado (un número f grande) la cantidad de
zonas en foco se incrementa. Esto es útil cuando queremos incluir en la foto al entorno que rodea a nuestro sujeto.
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Sensibilidad ISO
Por último, en este triángulo que representa la exposición de nuestra
imagen, tenemos el ISO. Simplemente este ajuste nos permite controlar qué tan
sensible es nuestro sensor a la luz. En este caso, ISO 100 sería un valor bajo,
mientras que ISO 3200 sería un valor relativamente alto.
Parece un parámetro bastante sencillo pero tiene su punto negativo y es
que, si subimos demasiado ese valor, se van a empezar a degradar un poco los
colores e introducir grano o ruido en nuestra imagen.
¡Ya no tenés excusa!
Ya podés salir y empezar a experimentar cómo estos tres ajustes se afectan entre sí.
Ya lo dijo el gran fotógrafo Ansel Adams:
"El componente más importante de una cámara está detrás de ella"
¡Lo que importa son las fotos que hacés y los momentos que capturás!
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