Muchos son los mitos que recorren el Cementerio de la Recoleta, historias de amores, desamores, pasiónes y traiciones. Una de las más recordadas es la de Rufina Cambaceres.
Rufina, hija del escritor Eugenio Cambaceres y Luisa Baccichi, bailarina italiana, cumplia 19 años cuando una de sus mucamas la encontró tendida en el suelo, fría y sin pulso. El médico sentenció síncope cardíaco y al día siguiente su madre decidió enterrarla en el Cementerio de la Recoleta.
Las noches siguientes el cuidador del cementerio escuchó ruidos y golpes pero lamentablemente no supo de donde provenian.
Una semana más tarde, Luisa Baccichi decide visitar la tumba de su hija y llevarle flores. Lo que nunca se imagino es que se iba a encontrar con la tapa del ataud rota y movida, razón por la cual la policia pensando que podía tratarse de un robo manda a abrir el cajón. Dentro del mismo se encontraban las joyas pero Rufina estaba toda rasguñada y golpeada.
Rufina había sido enterrada viva.
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