Para algunos un pasatiempo, para otros un
medio de comunicación alternativa, la radioaficion cumple, en situaciones de
desastre, funciones clave. Al no depender de satélites, sino de sus propias
antenas y equipos, el espectro
radioeléctrico se llena con mensajes y comunicaciones cortas, también
llamadas DX, que sirven para poner a prueba el equipamiento y ver hasta donde
puede llegar.
En algunos trabajos es clave: La policía
utiliza este medio de comunicación entre sus agentes, de la misma forma que lo
hacen los sistemas de ambulancias o los pilotos de avión, siendo más práctico
que los celulares, que a veces no funcionan correctamente.
Para poder transmitir, es decir, salir al
aire, los radioaficionados deben estudiar un manual y rendir un examen para
tener una “licencia”. Con ella pueden hacer comunicados que pueden llegar a la
misma localidad desde donde se transmite, hasta Japón. En estos comunicados los
radioaficionados se pasan parte de la calidad de la transmisión y se envían por
correo postales llamadas “tarjetas QSL”. Muchos radioaficionados muestran con
orgullo su colección de qsl´s, las cuales confirman su pericia y trabajo en
esta afición.
Este es un homenaje a quienes por sus propios
medios se equipan para salvarnos la vida cuando una catástrofe azota nuestra
ciudad y nuestra vida.
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